Gravas decorativas de jardín: 5 razones para utilizarlas
Piedra sobre piedra, a las nubes llega.
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En la cultura Celta, como en muchas otras, las piedras eran sagradas. Las runas, veinticuatro piedras grabadas con un dibujo y una en blanco guardaban todos los secretos de la sabiduría Celta, su universo quedaba representado en esas pequeñas piedras que simbolizaban cada parte del cosmos.
La innegable vinculación del hombre con las piedras las hemos visto a lo largo de la humanidad, pero dejaremos para otra ocasión su significado más espiritual y te vamos a contar su lado más terrenal, nunca mejor dicho, que es el ornamental.
Así pues, si estás pensando en darle otro giro a tu jardín, quizás te interese tener una visión más completa del uso de las gravas como elemento decorativo y de integración. Aquí te daremos 5 razones por las cuáles utilizarlas porque son más ornamentales, sostenibles, económicas, versátiles e imperecederas que otros muchos materiales.
1 Uso ornamental de las gravas decorativas
Las gravas decorativas son un elemento inerte muy apreciado en paisajismo, tienen un gran valor ornamental porque le dan una perspectiva diferente a la vegetación, realzándola y cumplen con muchas funcionalidades prácticas. Absolutamente contemporáneas y modernas le dan luminosidad a los espacios cuando se usan en tonos claros y un toque de elegancia si utilizas gravas oscuras.
Modernas y con un gran impacto visual, te las recomendamos si:
- Quieres crear diversos ambientes en un mismo espacio. Te apetece tener un jardín ecléctico donde convivan distintos estilos pero no quieres que parezca un batiburrillo. En ese caso las gravas ayudan a enlazarlos pues es el elemento común que servirá de puente entre los distintos estilos paisajísticos.
- Resaltar una especie vegetal muy singular. Un jardín con gravas decorativas permite resaltar especies vegetales, si quieres hacerlo con un árbol puedes situar cantos rodados más gruesos en los alcorques, para planta más pequeña te aconsejamos que combines distintos colores de piedra, el efecto será mayor y descubrirás otra viveza en sus colores. En formato grande te permitirá la creación de rocallas donde plantar vistosos macizos de flor.
- Imprimir rotundidad y carácter a tu estancia verde. Los jardines donde predominan las gravas decorativas son impactantes. El efecto que crean es luminoso, contemporáneo y son muy potentes visualmente.
- Quieres experimentar con otros elementos constructivos como fuentes, maderas, césped artificial, monolitos de piedra o, simplemente, iluminación. Las gravas decorativas son perfectas aliadas en jardines con menos preponderancia de vegetación.
2 Gravas decorativas: tu jardín + sostenible.
Las gravas decorativas en tu jardín serán las grandes valedoras del jardín sostenible. Contrariamente a los céspedes, que consumen gran cantidad de agua, las gravas y cantos rodados permiten un uso más moderado de este bien tan preciado y cada vez más escaso. Además conservan durante mucho más tiempo la humedad en la tierra por lo que se pueden espaciar los riegos con la consiguiente optimización, protegiendo la tierra de los cambios bruscos de temperatura.
3 Económicas y reutilizables
¡Nos encantan estas dos características! Darle varias vidas a un material es ponerlo en valor y rentabilizar lo que hemos pagado por él.
Hay gravas decorativas de múltiples colores, formas y texturas, tantas como estilos y gustos. Granitos, lavas, pizarras y rodenos, mármol y cerámica. La paleta cromática es extensa: blancos, amarillos, negros brillo, matizados, ocres, verdes, grises y un sinfín.
Si bien su precio está en una horquilla muy amplia, como cantidad orientativa se puede calcular desde 0,24 hasta 0,35 €/Kg siempre dependiendo del tipo de grava o piedra, su calibre (tamaño en mm) y envasado (desde sacos de 20 Kg hasta sacas de 1 m3).
La reutilización de las gravas decorativas en tu jardín, dependerá sobre todo de su estado y su nueva ubicación. Las gravas y cantos rodados blancos acaban amarilleando con el tiempo, los negros pueden acusar el uso de aguas duras blanqueando por la cal aunque los ocres, amarillos y grises resisten muy bien el paso del tiempo. La buena noticia es que se pueden limpiar y solo con voltearlos podrás volver a utilizar su “cara buena”.
4 Versátiles
Las gravas decorativas de jardín son maravillosamente adaptables a cualquier estilo, son como un buen abrigo negro de fondo de armario, ¡combinan con todo!
Si tu jardín es de estilo mediterráneo, las gravas y terracotas, grises y crema le darán una impronta fresca, agradable y armónica.
Si decides utilizar materiales más cúbicos y marmóreos, crearás un jardín moderno y ordenado. Pero si quieres un aspecto tradicional y te gustan las flores, las piedras de mayor tamaño se utilizan para crear rocallas donde plantar tus plantas favoritas.
Las piedras negras brillantes son elegantes y sofisticadas. Y los tamaños ejemplares en espacios sobrios sugerirán un estilo oriental y muy zen.
Si estás pensando en un rincón exótico y de gran impa
cto visual, ¡no lo dudes, necesitas un monolito o piedra de estilo Moái!
Utilízalos como lecho de rio, combinado con madera de traviesa de tren lograrás un aspecto rústico y con una tarima el efecto totalmente contario.
Si lo dispones en formas geométricas tu espacio cobrará una apariencia minimalista, absolutamente contemporánea y lograrás un aspecto más espacioso y moderno.
No dudes en utilizarlas exclusivamente con iluminación y obtendrás a cambio un ambiente refinado y exquisito. Y si quieres intensificar los colores y volúmenes de tus plantas carnosas y cactus, pocos aliados hay mejores que las piedras.
5 Imperecederas
Recuerda que las piedras, intemporales y con ese punto ancestral, no pasan de moda. Para destacar espacios, combinar con otros elementos decorativos y crear una atmósfera relajante y que invita a la calma y al bienestar son únicas. Si optas por ellas en tu jardín, se convertirán en un imprescindible.