En el restaurante La Salita de Valencia, galardonado con una estrella Michelin, hemos transformado la terraza en un oasis sensorial donde la naturaleza se convierte en una extensión de su aclamada cocina. Intentando alejarnos de la ornamentación superflua, la vegetación ha recibido permiso para abrazar la arquitectura y desarrollarse de forma natural y un poco salvaje.
Este jardín, repensado para invitar a los comensales a sumergirse en un entorno donde la vegetación, frondosa y fresca, parece crecer de forma espontánea, envolviendo el espacio de manera orgánica. Esta integración entre naturaleza y gastronomía propone crear una experiencia donde cada bocado se funda con el entorno, dejando una profunda huella en cada visitante.